viernes, 4 de octubre de 2013

¿Los idiomas influyen en la morfología del cerebro?


            En un blog pasado hablamos sobre los poderosos efectos que tiene aprender un idioma en el cerebro y para continuar con el tema les compartimos los resultados del proyecto científico Consolider Brainglot  que tuvo lugar en España; estos resultados demuestran que existe una diferencia en la morfología del cerebro entre personas bilingües y monolingües; y también explica la razón científica de por qué le resulta más difícil aprender un segundo idioma a una persona mayor.

            Desde hace seis años que el proyecto estudia la base neurocientífica del bilingüismo y el pasado 19 de septiembre dio a conocer los resultados que se presentaron en el VI Workshop on Bilingualism and Cognitive Neuroscience, que tuvo lugar en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona. La conclusión del proyecto fue la siguiente: “Las personas bilingües desde pequeñas utilizan más áreas cerebrales, algunas no relacionadas con el área del lenguaje -lado izquierdo del cerebro-, y tienen un procesamiento de la lengua menos eficiente, pero aumentan su capacidad cognitiva y son más hábiles en adaptarse a cambios que las monolingües”.

            La investigación ha permitido entender que “la morfología cerebral viene determinada por el número de idiomas que se aprenden simultáneamente” Nuria Sebastián (2013), coordinadora del proyecto.

            Una parte del estudio concluyó que las personas que son bilingües desde pequeñas presentan un procesamiento del lenguaje menos eficiente porque "cuando la persona bilingüe habla, no se da cuenta de que hay una segunda lengua 'molestando' que ralentiza la emisión de una palabra determinada, es decir, que su cerebro debe estar eligiendo constantemente en qué idioma habla” Sebastián (2013); esta capacidad neurológica es técnicamente conocida como flexibilidad cognitiva. Sin embargo, debido al cambio constante de lenguas, los bilingües desarrollan otras capacidades cognitivas, no lingüísticas, que les permiten adaptarse ventajosamente a los cambios de tareas.


            Otra parte del estudio abarcó el aprendizaje de un segundo idioma cuando las personas son mayores, y concluyó que el hecho de que cueste más estudiar un segundo idioma a edades más avanzadas se debe a que el primero ya ha ocupado un espacio prioritario en el cerebro. Ahora bien, esto también muestra que el cerebro de los niños bilingües desarrolla una morfología diferente la cual aumenta su capacidad cognitiva, facilita el uso de más zonas cerebrales y les permite desarrollar una mayor habilidad de adaptación a los cambios que.


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