viernes, 21 de febrero de 2014

¿Qué hacer cuando pierdes el interés por estudiar un idioma?


Puede ser que eres de los pocos a los que nunca les ha ocurrido esto, sin embargo a la mayoría de las personas que estudian un idioma les llega un momento en el que sienten que la pasión con la que antes estudiaban ese idioma se fue.

A continuación te presentamos 5 consejos que puedes aplicar para tomar la decisión de continuar estudiando o bien optar por posponerlo un tiempo.

1.       Rodéate de personas que estén aprendiendo otro idioma
Pregúntales del tema, por qué les gusta aprender otro idioma, qué los motiva, que los apasiona, etc. y escucha con atención. Empezarás a ver la situación con otros ojos y te darás cuenta que es un proceso por el cual la mayoría de las personas pasa.

2.       Recuerda tu intención u objetivo
Lo más seguro es que al momento de decidir que querías aprender un nuevo idioma tenías un objetivo en mente. En el caso de que no recuerdes tu intención, sea cual sea el caso, es una buena oportunidad para planteártela de una vez. Te recomendamos hacer una lista de 5 o 7 razones que sean importantes  para ti y que te sirvan, al fin y al cabo solo tú podrás ver esa lista.

3.    Cambia la rutina
Pasea por algún lugar que no visitas hace tiempo, o sal con amigos a los que no ves hace mucho, haz algo distinto a lo que estás acostumbrado; entre más curioso te vuelvas y te intereses por cosas nuevas, más cambiará tu perspectiva y lo hará también tu visión con el idioma que estás aprendiendo.

4.    Conoce tus miedos
A veces dejamos de hacer algo porque nos da miedo lo que pueda suceder si seguimos adelante. Esto es completamente normal y el querer salir corriendo les pasa a muchas más personas de las que crees. Solo respira hondo, tómate unos días para pensar en otra cosa, y aborda el tema nuevamente más calmado.

5.    Descansa
Puede pasar que te satures un poco y que la indiferencia al idioma se deba al cansancio acumulado. Por lo que te recomendamos dejar el estudio a un lado unas dos semanas y lo vuelves a retomar cuando estés con las pilas puestas.


Si no puedes darte ese lujo porque tienes una fecha límite para presentar un examen por ejemplo, hazte la promesa de que cuando pase el evento vas a poder descansar.


viernes, 14 de febrero de 2014

Historia del chino mandarín



China engloba una gran diversidad étnica y lingüística desconocida para nosotros; y por lo general, cuando se aprende la lengua de china, la que se aprende es el chino mandarín.

El chino mandarín es la lengua más hablada en China, país que cuenta con más de mil millones de habitantes. Debido a la importancia económica de este país hoy en día, la demanda por aprender chino mandarín va en aumento y se espera que en un futuro cercano este idioma sea necesario de aprender al igual que el inglés y el español.

La historia de la lengua se puede clasificar en tres etapas:

1.     Chino Arcaico, del siglo XIV al XI a.C. Lengua de las inscripciones oraculares en huesos y caparazones de tortuga. Existen unos 2000 caracteres identificados de esta etapa.

2.       Chino Clásico, del siglo XI a.C al siglo VIII d.C. Etapa cumbre de la lengua y literatura china. Periodo que incluye vida y obras de Confucio, Lao Tsé, Chuan Tzu, entre otros filósofos que tuvieron gran alcance en el pensamiento posterior chino. Los elementos fonéticos que se encontraron en la mayoría de los caracteres chinos tenían un sistema muy rico, en el que la aspiración o la respiración fuerte distinguían las consonantes.

3.       Chino Moderno, que mantiene el vocabulario y morfología del chino clásico, pero enriquecido y adaptado para el uso en su etapa moderna.

La mayoría de los chinos que viven en el norte, en Sichuan y en la zona que va desde el noreste (Manchuria) hasta el sudeste (Yunnan), hablan varios dialectos del mandarín como lengua propia. El predominio del mandarían en el norte de China es una razón puramente geográfica, sobre todo cuando hablamos de las llanuras de China del norte. Por el contrario, las montañas y los ríos del sur cuentan con una diversidad lingüística.

El resultado de la creación del sistema de educación  primaria, fue que el mandarín se hablara fluidamente en China y en Taiwán.  También en Hong Kong el mandarín está tomando mucha fuerza, aunque la educación todavía se da en la lengua formal que es el cantonés.

Respecto a la escritura ésta cuenta con tres elementos básicos: pictogramas, ideogramas y fonogramas. El dominio de cierto número de caracteres tiene relación directa con la posibilidad de expresión de una persona y su nivel cultural. Generalmente  se dice que para dominar un mínimo de la lengua se deben conocer 2500 caracteres.


viernes, 7 de febrero de 2014

Importancia económica de las lenguas



La importancia económica de una lengua se mide teniendo en cuenta diferentes  factores, como el número de hablantes, su extensión geográfica, el número de países en los que tiene rango de oficial, el índice de desarrollo humano de sus hablantes (incluyendo nivel educativo, esperanza de vida y renta per cápita), la capacidad comercial de los países donde esa lengua es oficial, su tradición literaria o científica, o su papel en la diplomacia multilateral. En la actualidad, el inglés es el idioma que destaca en todos estos criterios  y respecto al español, éste se encuentra entre las cinco primeras lenguas del mundo en cuanto a número de hablantes, número de países donde es oficial y en extensión geográfica.

De acuerdo con Juan Carlos Jiménez (2009), el número de hablantes, la capacidad de compra o renta per cápita de sus hablantes y el carácter internacional de una lengua (que se mide a través de su influencia en el comercio internacional y en la cantidad de personas que estudian el idioma) son los tres factores fundamentales que marcan la potencia económica de un idioma frente a otros.

Por otro lado, los economistas han distinguido al menos tres funciones económicas de la lengua: la lengua como mercado; la lengua como soporte de la comunicación y de la creación; y la lengua como idioma para el comercio.

La lengua como mercado se refiere a la enseñanza del idioma y a las actividades mercantiles asociadas a ella, como los servicios lingüísticos, las ediciones publicadas en ese idioma, etc. Luego, la lengua como soporte de la comunicación y la creación es un elemento central del sector cultural que ha cobrado una gran importancia en la economía internacional con el crecimiento de las industrias culturales: la literatura, el teatro, el cine, la música, los medios de comunicación, la producción científica e intelectual y la educación. Y finalmente la lengua y la cultura, en relación con el comercio, facilitan las inversiones internacionales.

Desde una perspectiva económica, la lengua es un componente esencial del capital humano y social de una comunidad. De acuerdo con Ángel Martín Municio (2003), en su libro “El valor económico de la lengua español”, se estima que un 15% del producto interno bruto (PIB) de un Estado está vinculado a la lengua. De ahí que, desde una perspectiva económica, el peso y potencial de un idioma está íntimamente relacionado con los índices macroeconómicos de los países en los que es lengua oficial.


El PIB del español se sitúa en los 4,5 billones de dólares en el mundo y dos tercios de este PIB vinculado al español se generan en dos grandes áreas: Norte américa (México, Estados Unidos y Canadá) y la Unión Europea. Estas dos grandes regiones suman el 78% del poder de compra de los hablantes de español en el mundo, mientras que los 200 millones de hispanohablantes de Hispanoamérica alcanzan el 22% del total.