La globalización ha generado un panorama con nuevos desafíos, entre
ellos, el de establecer una comunicación más amplia y efectiva entre personas
de diferentes partes del mundo. Por cuestiones de practicidad, se ha
establecido al inglés como la lengua predominante en los negocios sin embargo, hoy
en día ya no es suficiente solo hablar inglés.
Es necesario que las empresas se sumerjan en el multilingüismo y
multiculturalismo para así poder tener un mejor impacto en los mercados
extranjeros; como menciona Nelson Mandela: "Háblale a un hombre en una
lengua que entienda y llegarás a su mente. Háblale a un hombre en su lengua
materna y llegarás a su corazón.”
Se pueden perder contratos por no expresarse claramente, o les pueden
llegar mensajes inadecuados a los clientes por una mala traducción. Por ejemplo, en los 90s, Pepsi, lanzó su publicidad “Come alive
with Pepsi” en Taiwán, sin embargo la traducción literal en mandarín era:
“Pepsi traerá a tus antepasados de vuelta entre los vivos.”
Por todo esto, la inmersión en los idiomas y el multiculturalismo puede
convertirse en un activo y una ventaja competitiva muy valiosa para las empresas
cuando se aplica correctamente, ya que les permite aproximarse óptimamente a sus
mercados expresando mensajes claros y propios a la cultura local.
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